lunes, 20 de octubre de 2014

El escay

El otro día escribiendo me encontré con la complicada labor de averiguar cómo se llamaba ese tejido tan usado en los ochenta para tapizar sofás y sillones que era muy bonito a la vista, pero terriblemente absorvente (sobre todo en verano) cuando te sentabas encima. Mi primer impulso fue escribirlo “sky”, por suena igual que “cielo” en inglés, pero parecía un poco raro. Así que me puse a buscar por internet y descubrí que casi nadie tenía idea de la grafía correcta. Encontré “skay”, “skai”, “scay”, “scai”, “ski”, “escay”, “escai”, “eskay”, “eskai”… a gusto del consumidor. Suerte que, por una vez, la RAE había hecho sus deberes y tenía la palabra admitida en el diccionario. Se escribe como buena palabra españolizada, siguiendo las reglas más básicas del castellano: sin “s” líquida, con “c” y sin “i latina” al final de la palabra. Es decir “escay”, justo lo contrario a cómo se escribe la forma original que es “skai”, marca alemana de este tipo de tejido. Esta forma no está admitida por la RAE y tampoco “skay”, aunque esta última sí que aparece en el María Moliner.