viernes, 27 de febrero de 2015

Alquilar y huésped

Puede parecer increíble que existan palabras que signifiquen una cosa y su opuesto, pero no es menos llamativo que dos de las integrantes de esa escasísima lista de términos estén referidos al arrendamiento ¿tendrá algo que ver nuestra cultura tan dada a relacionar posesiones con estatus social? Ni idea, pero el caso es que alquiler y huésped son de los pocos términos en castellano que puede usarse para señalar los dos opuestos de una misma operación: alquilar se refiere tanto al arrendador como al arrendatario y huésped puede usarse para hablar del casero o del inquilino. Otro caso parecido sería el de “dar clase”, construcción utilizada por igual para el que enseña y el que aprende.

Obviamente, este tipo de términos tan confusos es mejor evitarlos cuando se escribe, especialmente si se va a hablar de los dos extremos de la acción. Para esos casos, sinónimos como arrendar, casero, enseñar, anfitrión o inquilino (cada uno en su caso) vienen muy bien y te ahorran muchas explicaciones. En el caso de huésped, también puede usarse la pareja huésped/hospedador, aunque en ese caso habría que dejarlo muy claro para evitar confundir al lector.