miércoles, 7 de octubre de 2015

Cómo autopublicar gratis: ebooks

¿Se puede autopublicar gratis? A nadie se le escapa que Internet ha permitido que autopublicar sea algo mucho más sencillo de lo que era hace 10 años. Ya no hace falta volverse loco pidiendo presupuestos a las imprentas de la ciudad, gastarse un dineral para que te editen 100 copias, hacer colas interminables en busca de los papeles que necesitas o cargar con los libros de una librería a otra esperando que alguien acepte quedarse alguno en depósito. Y ahora se ha dado un pasito más porque ya se puede autopublicar gratis.

Decía que internet había facilitado autopublicar, pero el servicio seguía sin ser barato hasta hace poco. Seamos sinceros, las páginas de autoedición no viven de las ventas de los libros, sino del dinero que pagan los autores y de los libros que compran sus familiares. Esto era así hasta que los grandes distribuidores como Kindle o iTunes decidieron que esas pequeñas ventas eran igual de buenas que cualquier otra e impusieron la política de “gratis si lo haces tú mismo”. Es decir, que si tú mismo diseñas la portada y revisas el contenido, ellos te pagarán un porcentaje de las ventas que puede ir (según la página) desde el 35% al 95%. Además, en estas páginas no se exige ISBN para publicar (lo que sí te pide, por ejemplo, Bubok), por lo que también te ahorrarás los 45€ que cuesta conseguir el número en España. Eso sí, tendrás que echarle horas.

Estos son los pasos que tienes que dar para publicarte de esta manera:

- Escribe un libro (obviamente) y revísalo 1000 veces. Cuando acabes, revísalo otra vez más.

- Maquétalo bien, ponle un índice y una página con el título. Eso sí, no añadas la portada al archivo porque eso suele ir aparte.

- Haz una portada. Ten en cuenta que en las páginas de autoedición pueden pedirte que sea de un tamaño determinado o un formato concreto, así que infórmate antes de empezar para no tener que cambiarla 10 veces.

- Con un programa de conversión de formatos (Calibre, PDF creator, PrimoPDF…) transforma tu archivo en el formato que te pidan o el que mejor quede. En Kindle, por ejemplo, lo mejor es subir el libro en formato .doc, porque es el formato que menos modificaciones sufre cuando lo transformen en su propio formato.

- Lee bien las condiciones antes de publicar en cualquier página para asegurarte de que no es un timo, que te pagarán, que el servicio básico es gratis y que no piden exclusividad. Puedo decir que en Kindle pagan, que es gratis y que no te piden exclusividad, pero hay de todo en la viña del señor.

- Si quieres autopublicar ABSOLUTAMENTE GRATIS, existen páginas de registro gratuitas como SafeCreative, pero es decisión tuya fiarte o no. También está la opción de no hacerlo, porque no es obligatorio y la misma publicación supone una prueba de tu propiedad. Yo, personalmente, tampoco racanearía los 14€ que cuesta el registro de la propiedad intelectual en Madrid, más que nada por la seguridad que da tenerlo registrado en un organismo oficial. Pero, como digo, eso es decisión propia.

- Si quieres autopublicar en Kindle, te tocará leer unas cuantas farragosas páginas legales. Un apunte importante: si eres español no tienes que pedir número en los USA para pagar impuestos, así que pasa de ese dato.

- Introduce tu libro, la portada, el precio, los países en los que quieres que se venda, dale a publicar y…

¡ya está!

Tienes tu libro autopublicado gratis (o 14€, si lo registras oficialmente). A partir de ahí lo “único” que te quedará será moverlo lo suficiente para vender alguno.

¿Cómo consigo un ISBN?

Conseguir un ISBN es bastante sencillo aunque no sale nada barato. Hace tiempo que dejó de ser gratis y ahora sale a 45€ cada ISBN (90€ si lo quieres urgente). Eso sí, también hay que tener en cuenta que el ISBN ya no es obligatorio para publicar un libro en España, ni siquiera si es para venderlo.

Pero si aun así quieres un ISBN (por ejemplo, para que te dejen publicar en algunas páginas de autoedición donde es obligatorio), sólo tienes que entrar en la web de la agencia del ISBN (agenciaisbn.es) y seguir las instrucciones (y pagar los 45€ que cuesta, claro). No es difícil, te llevará menos de media hora y lo único que debes saber de antemano es que el precio hay que ponerlo sin IVA. Bueno, eso y que asignar códigos bibliográficos a tu libro es bastante pesado. Pero, por lo demás, es muy sencillo.

Repito, conseguir un ISBN es muy fácil y se puede hacer por internet, sin moverse de casa y pagando con tarjeta de crédito. Así que nunca, nunca, nunca, nunca, nunca pagues uno de una web de autoedición.

Si algo me molesta de las páginas de autoedición (y son multitud de cosas) es su ansia por sacarte el dinero. En Bubok, por ejemplo, un ISBN suyo (es decir, que Bubok figurará como la editorial y supongo que tendrá algún tipo de derecho) te costará 50€. Eso es 5€ más de lo que te cuesta hacerlo tú mismo. Y 36€ de beneficio para Bubok porque, al ser una editorial, puede comprar paquetes de diez números ISBN a 140€ (es decir, a 14€ el ISBN).

Pero todavía puede ser peor. Si les pagas para que te pidan un número del que tú seas el único titular, el coste ascenderá a ¡¡100€!! Un beneficio de 55€ por transcribir los datos que les mandes a la misma plantilla de la web que podrías rellenar tú solito. No sé que pensará el resto del mundo, pero a mí me compensa entrar en la página de la agencia.

jueves, 17 de septiembre de 2015

¿Necesito ISBN?

¿El ISBN es obligatorio? Es una pregunta fácil de contestar o, por lo menos, debería serlo. Es algo legal, así que no debería admitir muchas vaguedades. Tienes que pagar un ISBN para poder publicar o no tienes que pagar un ISBN para poder publicar. Y, aun así, es tan complicado que incluso yo he estado pagando por una cosa que lleva tiempo sin ser obligatoria. Sí, señoras y señores, el ISBN NO ES OBLIGATORIO. No hace falta comprarlo para libros, ni ebooks, ni nada por el estilo. Ni aunque tu intención sea venderlo. Repito: El ISBN NO ES OBLIGATORIO.

¿Y cómo he conseguido averiguar esta información que se me había escapado tras leer decenas de blogs y toda información de la Agencia del ISBN? Pues me la han dicho ellos mismos. Yo les pregunté si podían compartir número las versiones en PDF y epub de un libro y en la Agencia del ISBN me dijeron que no era obligatorio. Incrédulo (sobre todo por la cantidad de dinero que me había dejado en los últimos años) se lo pregunté directamente “¿no es obligatorio comprar un número de ISBN para vender un libro?” y me contestaron lo mismo “el ISBN no es obligatorio”.

Parece que además de la obligatoriedad sobre el ISBN alguna ley también ha debido cambiar las normas de comunicación porque, si no, no me explico ese ataque de sinceridad respondiendo a una pregunta que nada tenía que ver. En cualquier caso, lo importante es que por fin la respuesta a la pregunta es clara: No necesitas ISBN para publicar un libro.

viernes, 5 de junio de 2015

Autopublicar en bubok o en Kindle 1

Otro día podremos analizar las diferencias de precio, facilidad, disponibilidad geográfica, formatos, facilidad de pago, comodidad de los compradores o las ganancias que recibiremos en cada uno. Hay que tener todo en cuenta a la hora de autopublicarse un libro y cada una tiene sus puntos fuertes. Sin embargo, hoy me voy a centrar en una cuestión que es puramente secundaria, pero que ha acabado por inclinar mis simpatías hacia la editorial de Amazon a pesar de las muchas desventajas que tenga (para empezar, con los precios a los que tengo los libros, gano la mitad en Kindle que en Bubok). Y esa cuestión secundaria es la atención al cliente.

Es obvio que cuando queremos autopublicarnos un libro esto suele ser lo último en lo que pensamos. Yo ni siquiera me lo planteé y la verdad es que tampoco tenía demasiadas quejas con Bubok durante los 3 últimos años. Hasta que pasó algo grave. Les contaré el caso.

Resulta que en mi contador de ventas empecé a ver que algunos de mis libros en venta tenían descargas gratuitas. Pero no 1 o 2 en un libro en concreto, sino 9 en 3 de las páginas de Bubok y en 2 libros diferentes. Claramente preocupado, mandé mensajes al servicio de atención al cliente de Bubok de Argentina, México y España. En la primera, directamente, ni me contestaron. Y en las otras dos me respondieron que ¡ME LOS HABÍA BAJADO YO MISMO!. Flipando en colores volví a explicarles la situación y a pedirles que arreglaran el fallo. En lugar de hacerlo, me dijeron que ¡YO HABÍA PUESTO LOS LIBROS GRATIS POR DESCUIDO! Después de tres años publicando libros con ellos, sugerían que de repente me había vuelto tonto y no sabía poner los precios. Así, intercambiando mails cada 2 días, pasé más de un mes sin obtener ninguna solución más que era culpa mía. Incluso, llegaron a advertirme ¡QUE TENÍA OTROS LIBROS GRATUITOS! Como si yo no me hubiera dado cuenta en los más de tres años que llevaban colgados y de las más de 3000 descargas que algunos acumulaban.

Harto, acabé llamando y conseguí que alguien me hicera caso, viera el absurdo de la historia y me prometiera que lo pondría en conocimiento del servicio técnico. Pero eso no significó que mis problemas con el servicio de atención al cliente porque, en contra de mis pronósticos, nadie me informó en unos cuantos días y me vi obligado a volver a llamar. Desgraciadamente, la persona que me atendió por primera vez no estaba y me tocó otra que me decidió volver a la explicación inicial: yo había bajado los libros. "Pero no voluntariamente, es un defecto del sistema que apunta una descarga cuando cambias algo en el libro" puntualizó cuando empecé a montar en cólera. Un fallo en el sistema, una explicación que me podrían haber dado desde el principio si hubieran investigado un poco un mes y medio antes. Explicación o mentira para callarme, porque siguen creciendo las descargas gratuitas sin que yo haya tocado nada en los libros.

Por otro lado, tenemos a Kindle/Amazon. Ayer mismo les pregunté por qué no aparecían los precios en la página de los USA. Suponía que se debía a que se debía a que yo me conectaba desde Amazon.es, pero preferí asegurarme. Y, a pesar de que yo mismo tenía claro que no pasaba nada grave, me han contestado en menos de 24 horas (en menos de 15, de hecho) para tranquilizarme y, de paso, han comprobado que todo estaba bien.

Mes y medio para una respuesta que no soluciona nada de una empresa con un número manejable de clientes frente a comprobar en menos de 15 horas que todo va bien en una empresa que tendrá millones de reclamaciones al día. No es algo importante cuando te autopublicas y todo va bien, pero cuando las cosas se tuerces, no hay comparación posible.

viernes, 15 de mayo de 2015

Diferencia entre sigla y acrónimo

Las siglas y los acrónimos son conceptos que siempre están muy relacionados y que, incluso, llegan a confundirse. De hecho hay siglas que son acrónimos y acrónimos que son siglas. Sin embargo, a pesar de esta relación, no son sinónimos y en realidad se refieren a cosas diferentes.

Las siglas son palabras formadas por la inicial de un conjunto de términos siendo, normalmente, usado como nombre de organizaciones, partidos políticos y empresas. También se utiliza para acortar la compleja nomenclatura que puedan tener determinados productos, inventos, impuestos... Ejemplos de siglas hay miles y algunas son tan comunes que ya están incorporadas al lenguaje español (normalmente son palabras muy largas que se pueden leer) y son nombre comunes de pleno derecho como láser (light amplification by stimulated emission of radiation) u ovni (objeto volador no identificado). También son siglas ONU (Organización de las Naciones Unidas), IRPF (impuesto sobre renta de las personas físicas) y PSOE (Partido Socialista Obrero Español).

Los acrónimos son algo parecido, pero diferente. Un acrónimo es formar una palabra que puede ser leída con naturalidad usando partes de otras palabras. Por ejemplo, “motel” es un acrónimo porque viene de motor+hotel. Y lo mismo emoticono (emoción+icono). Pero también ovni y ONU son acrónimos porque cumplen la definición: unen palabras y se pueden leer con naturalidad en español

¿Y qué es eso de “que se pueda leer con naturalidad”? Pues eso mismo. “Cara”, “pomelo” y “láser” se pueden leer con naturalidad. “Gggttt”, en cambio, no porque no es una combinación de sonidos que usemos en nuestro idioma. Eso mismo le pasa a IRPF que (dado que leer ir-ppp-fff no es muy natural) sólo es sigla y no acrónimo. Tampoco son acrónimos PC, DVD, CD, RSS...

Así que para abreviar:

- las siglas se forman con la inicial de las palabras como ONU, BCE, PC, DVD o CD.

- los acrónimos se forman con partes de palabras (1 o más letras).

- las siglas que se pueden leer con naturalidad en español también son acrónimos como láser, ONU, ovni, sónar, diu, opa...

- las siglas que no se pueden leer con naturalidad no son acrónimos como es el caso de IRPF, BCE, DVD, PSOE, CD...

- los acrónimos que se forman usando varias letras de las palabras, no son siglas como en el caso de motel, ligre (león+tigre), emoticono (emoción+icono) o informática (información+automática).

viernes, 8 de mayo de 2015

Los nombres de los días de la semana

Seguramente la influencia del inglés, tan presente en internet, haya tenido algo que ver o quizás es que no concebimos que algo tan importante como un día de la semana se escriba como el resto de las palabras comunes o a lo mejor es que nos hemos acostumbrado a verlos escrito en los calendarios. El caso es que, aunque nos resulte extraño, los días de la semana se escriben en minúsculas.

Es decir, que aunque en inglés se escriba Monday, Tusday, Wednesday, Thursday, Friday, Saturday, Sunday en castellano somos mucho más humildes y nuestros días se quedan en lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo ¿La razón? Porque se supone que, a pesar de que no lo parezcan, son nombres comunes. Cosas de la ortografía. Por cierto, los meses del año también se escriben en minúsculas.

viernes, 1 de mayo de 2015

Uso de los guiones para separar palabras

Cuando justificamos un texto suelen aparecer líneas con espacios enormes entre las letras, por lo que usar los guiones es necesario para evitar que el texto se vea descuidado, pero hay que seguir unas reglas a la hora de utilizarlos. Básicamente (en esta página de la RAE las cuentan más detalladamente) se reducen a que se pueden dividir las palabras por sílabas o por sus componentes, siempre que estos componentes sean ambos unidades reconocibles (dos palabras o una prefijo en uso y una palabra). Así valdría sub-acuático, pero no arc-ángel o des-astre por mucho que arc- fuera un prefijo y “-astre” provenga de “astro”.

Además de eso, es importante saber que no se pueden separar vocales que vayan seguidas o consonantes dobles (salvo, en ambos casos, que se separe por unidades), que la -x siempre va con la vocal que le sigue (menos en ex-), que no se puede dejar una vocal sola, que las siglas no se dividen y que la -h intercalada no se tiene en cuenta como consonante en las secuencias de vocales (salvo que se separe por unidades) y que no es aceptable que a principio de línea haya una forma que empiece por nh-, sh-, rh-, hl-. Es decir, que no está aceptado dividir desi-nhibir, de-shacer o pe-rhidrogenada.

También hay que tener en cuenta que cuando una palabra lleva guión (roba-novios por poner un ejemplo) si queda dividido a final de línea hay que poner otro guión al principio para que el lector sepa que esa palabra tiene guión (quedaría roba- -novios).

En cuanto a la estética, es importante dejar al menos tres letras tras un punto y seguido, no dividir palabras de cuatro letras y evitar que aparezcan repeticiones de sílabas seguidas (que que-ría).

Hasta ahí las reglas más básicas, aunque yo añadiría 3 recomendaciones más que me parecen importantes: La primera es que el guión es un instrumento para evitar que una línea quede con los espacios demasiado amplios. No es obligatoria y, desde luego, no ayuda a la lectura ni queda bonita. Así que no te vuelvas loco poníendolos (yo era de esos) y úsalos sólo cuando veas que es necesario. Normalmente no se nota un espacio en el que sólo cabrían dos letras y un guión.

La segunda es que trates de evitar que queden dos líneas seguidas con guiones porque sobrecarga bastante el texto. A veces es imposible, pero hay que intentarlo.

Y la tercera es que si la última línea de un párrafo está formada por una sola palabra, no la toques. La RAE dice que se puede cortar siempre que en la última línea queden 5 caracteres, pero aun así queda feo. Siempre se puede meter una palabra antes o después que te evite dejar media palabra como final de párrafo.

viernes, 10 de abril de 2015

Cómo hacer crear e-pubs con Calibre

A la hora de sacar un e-book a la venta hay que tener en cuenta que no todos los dispositivos utilizan los mismos formatos, por lo que, al menos, deberías hacer una versión en pdf y en e-pub. Existen varios programas que te permiten convertir tus archivos de texto en otros formatos y Calibre es uno de los mejores, sobre todo por la enorme variedad de formatos que te permite crear. Sin embargo, hay una cosa que casi siempre queda mal y es transformar un pdf en e-pub. Se descoloca el texto, aparecen páginas en blanco, el archivo que se crea pesa varias decenas de megas en vez de unos cuantos kilobytes...

Esto no tiene ninguna importancia si lo único que quieres es leer el archivo, pero es un verdadero fastidio cuando eres escritor y necesitas hacer varias versiones de tu libro para venderlo. La solución más obvia sería partir de un archivo doc (los que usaba el Word) en lugar de un pdf, pero Calibre no reconoce este formato ¿Entonces cómo narices creo un archivo e-pub con este programa? Pues resulta que Calibre tiene problemas con los doc, pero funciona perfectamente con los docx que es el formato que usan las nuevas versiones de Word. Así que actualiza tu procesador de textos o pásate al Writer de OpenOffice, que este último también permite crearlos. Y así, podrás crear e-pubs con Calibre sin ningún problema y con un peso normal.

viernes, 27 de febrero de 2015

Alquilar y huésped

Puede parecer increíble que existan palabras que signifiquen una cosa y su opuesto, pero no es menos llamativo que dos de las integrantes de esa escasísima lista de términos estén referidos al arrendamiento ¿tendrá algo que ver nuestra cultura tan dada a relacionar posesiones con estatus social? Ni idea, pero el caso es que alquiler y huésped son de los pocos términos en castellano que puede usarse para señalar los dos opuestos de una misma operación: alquilar se refiere tanto al arrendador como al arrendatario y huésped puede usarse para hablar del casero o del inquilino. Otro caso parecido sería el de “dar clase”, construcción utilizada por igual para el que enseña y el que aprende.

Obviamente, este tipo de términos tan confusos es mejor evitarlos cuando se escribe, especialmente si se va a hablar de los dos extremos de la acción. Para esos casos, sinónimos como arrendar, casero, enseñar, anfitrión o inquilino (cada uno en su caso) vienen muy bien y te ahorran muchas explicaciones. En el caso de huésped, también puede usarse la pareja huésped/hospedador, aunque en ese caso habría que dejarlo muy claro para evitar confundir al lector.

jueves, 1 de enero de 2015

¡Feliz año!

Gracias a todos vosotros, 2014 ha sido un año de lo más completito en Historias con Hache y todos los blogs que la rodean. Espero que vuestro año también haya ido bien y que 2015 sea mucho mejor del que acabamos de terminar. Y que sigáis entrando por aquí, por supuesto.